Existen muchas creencias sobre este producto, que popularmente se utiliza para tratamientos estéticos. Conoce qué es, para qué sirve y sus riesgos

Lo primero que debes conocer, es que el ácido hialurónico está presente de manera natural en el cuerpo, con una gran concentración en las articulaciones, cartílagos y en la piel. Con el paso del tiempo, se deja de producir en la misma cantidad y por eso se crea una versión sintética usada en la medicina. Es una molécula de textura viscosa cuya función principal es su capacidad de atraer y retener grandes cantidades de agua, por lo que hidrata y aporta volumen cuando se usa en medicina estética.  

¿Dónde se aplica?

Desde hace más de 20 años, el ácido hialurónico es usado en el mercado de la medicina estética. Hoy en día se aplica inyectado en el rostro de los pacientes para tratar los surcos nasogenianos, los pómulos caídos, aumentar los labios, mejorar el perfil del mentón y reducir la flacidez de la cara en general. Si te interesa este tratamiento conoce más aquí. 

¿Por qué se ha vuelto tan popular?

Porque prácticamente no presenta complicaciones cuando es realizado por un profesional de la medicina, ya que al ser un componente que está naturalmente presente en nuestro cuerpo, no causa reacciones alérgicas ni problemas de inflamación crónica. 

Además, algo muy importante es este producto se reabsorbe completamente en un tiempo determinado. Es decir, no se acumula en el cuerpo. Normalmente un tratamiento con ácido hialurónico dura 6 meses, y luego deben hacerse retoques para mantener el efecto. Existe la falsa creencia, de que este producto con el tiempo y las diferentes sesiones que se realizan, pueda generar deformaciones porque se “acumula” en el cuerpo, pero esto es incorrecto. En los casos donde el paciente luce deforme, es porque de entrada quien practicó el procedimiento no era un profesional cualificado. 

¿Tiene algún efecto secundario?

No tiene efectos adversos al organismo. Sin embargo, se podría presentar alguna complicación en cierto tipo de pacientes, como una infección o una necrosis cutánea por inyección intraarterial. Por eso, siempre será indispensable que quien realice este tipo de procedimientos sea un profesional de la medicina avalado por la Secretaría de Salud. 

Si te llama la atención este tipo de procedimientos, y prefieres un rejuvenecimiento facial sin cirugía, contáctanos para una cita.